Infecciones de oido en los niños este verano 

Las infecciones de oído en los niños, otitis, son comunes durante todo el año, pero en verano pueden ser más frecuentes debido a ciertos factores. 

piscinas puede contener bacterias que pueden ingresar al canal auditivo y provocar infecciones del oído externo. Además, las visitas a lagos, ríos o playas también son comunes en verano, lo cual contribuye a aumentar la posibilidad de contraer dicha infección.

Por otro lado, las altas temperaturas y la humedad en el verano pueden aumentar la cantidad de sudoración, lo que crea un ambiente propicio para el crecimiento de bacterias y hongos en el canal auditivo. A todo este se le suma que, en algunas personas, las alergias estacionales pueden causar congestión nasal y bloqueo de las trompas de Eustaquio, que son los conductos que conectan la parte posterior de la garganta con el oído medio. La obstrucción de estas trompas puede favorecer el desarrollo de infecciones del oído medio.

¿Cómo prevenir estas infecciones?

Es fundamental tomar algunas medidas preventivas para reducir el riesgo de infecciones de oído en los niños durante el verano:

  • Secar bien los oídos después de nadar o bañarse.
  • Evitar que el agua entre en los oídos utilizando tapones para nadar.
  • Asegurarse de que los niños no pasen demasiado tiempo en el agua, especialmente si están propensos a infecciones de oído.
  • Mantener las áreas de juego y natación limpias y libres de objetos extraños que puedan introducirse en el oído.
  • Consultar con un médico si el niño muestra síntomas de infección de oído, como dolor, secreción, pérdida de audición o fiebre.

Pero… ¿qué tipo de infecciones pueden afectar a los niños?

  1. Otitis externa (Oído de nadador): es una infección del canal auditivo externo, que se encuentra entre el oído externo y el tímpano. Esta infección puede ser causada por bacterias u hongos y suele estar relacionada con la exposición al agua de piscinas, lagos o aguas naturales. La humedad y el calor en verano favorecen el crecimiento de microorganismos en el canal auditivo, lo que aumenta el riesgo de esta infección.
  2. Otitis media aguda: es una infección del oído medio, la cavidad que se encuentra detrás del tímpano. Esta infección generalmente se asocia con infecciones respiratorias superiores, como el resfriado común, y ocurre cuando las bacterias o los virus llegan al oído medio desde la garganta a través de las trompas de Eustaquio. Los cambios en la presión del aire y la congestión nasal relacionada con alergias o infecciones respiratorias también pueden aumentar el riesgo de esta afección en verano.
  3. Otitis media con derrame: es una condición en la cual el oído medio se llena de líquido, pero no hay signos de infección aguda. Puede ocurrir después de una infección del oído o como resultado de cambios en la presión del aire durante el vuelo o el buceo. El aumento de las actividades al aire libre en verano, incluyendo vuelos y actividades acuáticas, puede aumentar la probabilidad de que esto ocurra.
  4. Infecciones por hongos: además de la otitis externa bacteriana, también existe la posibilidad de infecciones del oído externo causadas por hongos. Estas infecciones fúngicas pueden prosperar en ambientes cálidos y húmedos, lo que los convierte en un problema más común durante el verano.

Es importante estar atento a los síntomas de infección de oído en los niños, que pueden incluir dolor en el oído, enrojecimiento, hinchazón, secreción, pérdida de audición, fiebre y molestias al mover la cabeza o tocar el oído. Si se sospecha de una posible infección de oído, es esencial consultar a un médico para obtener un diagnóstico adecuado y recibir el tratamiento adecuado.

Los antibióticos pueden ser necesarios para tratar las infecciones bacterianas, mientras que las infecciones fúngicas pueden requerir antifúngicos. Además, el médico puede recomendar analgésicos para aliviar el dolor y proporcionar pautas sobre cómo cuidar adecuadamente del oído durante el proceso de recuperación.

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