Seguro de Vida VS Seguro de Decesos

En la sociedad actual la mayoría de los ciudadanos cuentan con numerosos seguros para proteger sus bienes más preciados en caso de producirse cualquier situación o acontecimiento no deseable. En este sentido, la preocupación de las personas por cuidar y mantener día a día el patrimonio económico se ha convertido en un hecho, y con ello se abre paso a los diversos seguros disponibles en el mercado: seguro del hogar, seguro de auto, seguro de mascotas, seguro de embarcaciones, etc.

Sin embargo, en muchas ocasiones no se piensa en los múltiples gastos y problemas que pueden surgir tras el fallecimiento del usuario. Los gastos relacionados con el funeral, la indemnización económica a los familiares, los trámites organizativos, la ayuda psicológica… son algunas de las dificultades que suelen producirse en esos casos. 

Por ello, en este blog vamos a mostraros los dos seguros más comunes asociados a los gastos procedentes del fallecimiento: el seguro de vida y el seguro de decesos. Así, a continuación os explicamos de qué trata cada seguro, cuales son sus principales diferencias y las distintas coberturas disponibles. 

Si quieres saber mucho más, te animamos a que sigas leyendo…

El seguro de decesos

A diferencia del seguro de vida, el seguro de decesos cubre única y explícitamente todos los gastos que conlleva el fallecimiento de la persona que ha contratado la póliza, incluyendo las gestiones administrativas. Es decir, este tipo de seguros se ocupa de las gestiones vinculadas a un sepelio: féretro, tanatorio, coche fúnebre, etc., con el objetivo de facilitar a la familia la complicada y triste situación.

El seguro de vida

El objetivo principal del seguro de vida es proporcionar protección financiera a los seres queridos de la persona asegurada en caso de su fallecimiento. Ante tal situación, la indemnización recibida por los familiares beneficiarios puede producirse de dos formas: en una cuantía única o mediante diversas rentas repartidas a los largo del tiempo; en función de lo previamente especificado por el fallecido.

Existen dos tipologías a distinguir dentro del seguro de vida: el seguro de vida-riesgo y el seguro de vida-ahorro. El primero de los mencionados solamente cumple con lo indicado en la póliza si el aseguro fallece antes de que la misma finalice; mientras que el seguro de vida-ahorro actúa como un complemento adicional a la pensión de jubilación con el último fin de ahorrar para el futuro.

Un aspecto importante a destacar es que, un gran porcentaje de los asegurados con descendencia tienden a suscribir una póliza de vida a sus hijos/as. Además, el capital que el asegurado abone dependerá de la prima que este desee asegurar, la cual aumentará proporcionalmente con la edad del usuario.

Las 3 principales diferencias entre ambos seguros

  1. El seguro de vida indemniza económicamente a los familiares, mientras que el seguro de decesos se encarga de los gastos del sepelio. 
  2. En lo que se refiere al capital de la póliza, en los seguros de vida es el asegurado quién decide la cantidad que desea dejar a su familia y en los seguros de decesos la compañía es la que limita el coste de los servicios. 
  3. Ambos seguros presentan requisitos diferentes para su contratación. A diferencia del seguro de decesos, al seguro de vida requiere tener una edad mínima para poder acceder al mismo.

Cobertudas asociadas a cada seguro

Coberturas del seguro de decesos:

  1. Gastos funerarios: cubre los costos asociados con el funeral, como el ataúd, la ceremonia, el traslado del cuerpo, entre otros.
  2. Asesoramiento legal: el seguro de decesos puede incluir asesoramiento legal en caso de que los familiares del fallecido necesiten ayuda.
  3. Servicios de asistencia en el hogar: algunas pólizas pueden incluir servicios de asistencia en el hogar para los familiares del fallecido.
  4. Repatriación del cuerpo: si el fallecido se encuentra en un país distinto al de su residencia, el seguro de decesos puede incluir la repatriación del cuerpo al lugar de origen.

Coberturas del seguro de vida:

  1. Fallecimiento por cualquier causa: es la cobertura principal de un seguro de vida y proporciona un pago a los beneficiarios designados en caso de fallecimiento del asegurado.
  2. Fallecimiento accidental: esta cobertura ofrece un pago adicional en caso de que el asegurado fallezca debido a un accidente.
  3. Enfermedad grave: es una cobertura adicional y proporciona un pago al asegurado en caso de que se le diagnostique una enfermedad grave cubierta.
  4. Incapacidad total y permanente: esta cobertura adicional proporciona un pago al asegurado en caso de sufrir una incapacidad total y permanentemente para ejercer su profesión habitual.
  5. Gastos funerarios: cobertura que ayuda a cubrir los gastos relacionados con el funeral y el entierro del asegurado.

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